Me subí al techo y me puse a tomar fotos.
No me acerqué a la orilla por que son tres pisos y me da miedo, más miedo que manejar pacheco, pero no tanto como estar cerca de un gallo, gallina o pollo adolescente.
Debería estar trabajando pero en cambio estoy aqui, en otra ventana del navegador y con word minimizado.
Podría estar viendo la tele o platicando con la vecina del edificio que esta a la vuelta, pero no, estoy con el trasero en una silla giratoria.
Quisiera estar en otro lugar, pero me da güeva moverme. Tal vez por eso me dejo C., por falta de ganas para hacer cualquier cosa. Hoy me puse mis botas, debí haberme puesto calcetines. Tengo a G en el messenger, pero le puse "no admitir", eso describe bien nuestra difunta relación.
También Chamán esta en el messenger. Compartimos la misma escuela 3 o 4 años y nunca nos encontramos en ella, y si nos cruzamos alguna vez en un pasillo, pues no nos pusimos atención.
Hoy las venas en mis manos son particularmente notorias. Todos deberiamos caminar por la calle con un letrero de "No admitir" en el pecho. Me gustaría estar en la orilla de la carretera revisando un mapa y tratando de averiguar en que parte la cagué para acabar en ese punto➘.
4 comentarios:
Eso es muy triste. A mí me suena como el "aburrimiento del domingo" de Frankl. Creo que todos estamos en las mismas, en algún grado. ¿Vacío existencial? suena pertinente...
Tengo un No admitir, que me hace pensar qué hay de malo en mí. Jjajajajaja
Yo me apunto para mandar hacer los letreros de no admitir. Por cierto yo tambien le temo a los pollogallinasgallos y en general a las aves digo esto mientras aplano mi trasero en oficinesca silla giratoria
estoy en un cafe internet, deberia estar trbajando, mi tesis esta atorada y tambien tengo pereza existencial. No admitir, eso deberia establecerse como una politica pública
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