Entró a la sucursal y tomó un ticket con su turno impreso, era el 27. Se sentó en una de tantas sillas vacías y se puso sus audífonos. En la fila frente a el había una mujer con un escote descomunal y una cabellera rubia deslumbrante que leía un libro pequeño de color verde. "Yeats" decía en la portada.
A el le hizo gracia, no sabía si era el titulo o el autor pero le pareció que era como un sonido para demostrar desagrado: ¡Yiak!, ¡Yiuck!, ¡Arrg!, ¡Yeats!
El pizarrón electrónico emitió un sonido agudo y breve al tiempo que mostraba el número 18. Pasó una mujer delgada con cabello negro recogido en una cola de caballo con el suficiente mal gusto como para usar un vestido color azul marino y zapatos de tacón con calcetas. ¡Yeats! exclamo en voz baja y no pudo contener la risa. La mujer le lanzó una mirada iracunda.
Para pasar el tiempo se puso a contestar el crucigrama de un periódico abandonado en el asiento de junto.
El pizarrón sonó y mostró el número 19. Nadie se levanto. Volvió a sonar y mostró el 20. Un señor de traje negro, reloj de oro y bigote perfectamente cortado pasó dejando en el pasillo un olor a lavanda. La rubia levantó la mirada.
El crucigrama era difícil. Se levanto y fue a la maquina expendedora de refrescos. Puso una moneda de 10 y presionó A3 en el pequeño teclado. Una lata de Mountain Dew cayó en el deposito. Otro sonido agudo y breve se escucho y paso el número 21. Era un tipo alto sonriente, con una cabellera larguísima y vestido con jeans y camiseta negra.
Sonó el teléfono celular. Quedó de verse con Elisa a las nueve en el café de siempre. Volvió al crucigrama y solo levantaba la vista cuando el pizarrón llamaba de nuevo.
Llego el turno 26 y la rubia se levantó apresurada olvidando el libro en la silla. La observó mientras discutía con el empleado pensando en tomar el libro y entregarselo. La rubia dio la vuelta y volvió a su asiento. Al ver su libro lanzó una exclamación.
El pizarrón marcó el turno 27. Dejo a un lado el periódico, se quitó los audífonos y fue a la ventanilla. 10 minutos después salió a la calle.
Adentró la rubia cambió de asiento y tomo el periódico. Vio el crucigrama incompleto y saco una pluma de su bolsa.
Empezó con horizontal 6: Poner una cosa junto a otra.
4 comentarios:
Ya lo encontré!
Ejem ejem, idem.
no manches, tu cursilería se sofistica.
a dónde vamos a llegar!!!!!
Me regalaron una antología de poemas ingleses y de Yeats venia "a drinking song" y "politics" te los reocmiendo.
ay, no me había dado cuenta:
se sofi-stica.
jajajaja
qué cagado.
bueno ya.
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