lunes, abril 17, 2006

Humo


Cuando bajó del avión en el aeropuerto de la Ciudad de México se dijo a si misma: “pinche ciudad fea, todavía huele a fritanga y coladera”. Buscó en la pantalla el número de banda en la que debía recoger su equipaje y se dirigió a migración. Protagonizó una pelea con un empleado que quería confiscar una de sus botellas, evitó que los tipos de los diablitos tocaran su equipaje y abordo un taxi carísimo. “Pinche Joaquín, no podía posponer su reunión para recogerme.”
Afuera llovía a cántaros. En cuanto el taxi se puso en movimiento encendió un cigarro. El conductor la miro molesto por el retrovisor al tiempo que fingía una tos digna de un enfermo de tuberculosis. “Me vale madres tu tos pendejo, solo por eso me voy a chingar uno tras otro de aquí hasta que lleguemos.”

6 comentarios:

Almohada Carnívora dijo...

Vaya, una versión femenina de... ja, mi.

Anónimo dijo...

Un taxista más, un taxista menos.

proctorul dijo...

a huevo, pinche distrito federal,

EL GUARROAVANTE dijo...

SI, ODIO AL D.F., QUE BUENO QUE OBRADOR VA A SER PRESIDENTE, LO VA A JODER MAS... PARA ESE ENTONCES YA ESTARÉ ESTUDIANDO EN ESPAÑA....

Rata Espinal dijo...

No chavos, asi no es la onda, recuerden que los demás tmb tienen derechos... jajaja

EL GUARROAVANTE dijo...

NI MADRESSSS.....EDGAR......SACA LA PATONA....EN CASA DE CHIKE.....