lunes, mayo 21, 2007

Mille Feuille

Envidiaba su refrigerio compuesto de salchichas y paté que acompañaba con algunas rebanadas de pan. El mio era vulgarmente frugal. Una manzana, un poco de sandía con melón y ya.
Del otro lado del patio los demás jugaban pelota y las niñas chismorreaban. El pequeño obeso me sonrió mientras comía sus salchichas. Me levanté y le ofrecí un poco de fruta esperando que el gesto fuera devuelto, pero rechazo mi ofrecimiento. Regresé al arbol que me servía de respaldo y maldije en voz baja.
Casi al termino del descanso, el niño de las salchichas se acercó y me dijo que me daba el resto de su almuerzo si leía un cuento y hacia un reporte para el. Acepté.
Me dijeron que es muy largo, balbuceó, que tiene como mil hojas...

Cuando terminé, el gordo todavía estaba allí.

3 comentarios:

Citlalinushka dijo...

O esos lonches de sanwich de huevo que apestaban el salón. Chale. Y aparte se remojaba el pan y se les pegaba la servilleta.

proctorul dijo...

pero a mí me gustaba el sabor de esa torta que ya parecía sintética.

está bueno...

Sofía Reyes dijo...

por salchichas leer tanto? Mejor por honorarios.