miércoles, noviembre 29, 2006

Madre Teresa

Como la mayoría, junto a mi cama tengo un buró. En el acostumbro dejar una pluma y post-its porque a veces, durante la noche, me despierto por causa de algún sueño muy desconcertante. Entonces para que no se me olvide lo escribo. También escribo anotaciones de libros o películas. En fin, la otra vez estaba hojeando libros que no había tomado en mucho tiempo y entre las páginas de uno salió un post-it en el que había anotado alguna pendejada en tinta negra. Encima alguién escribió con tinta roja "te quiero". Me acordé de ese día y lo primero que pensé fue que en el momento en el que ella escribió eso, a mi me había encabronado que escribiera sobre ese post-it cuando había tantos sin usar en el buró. Un par de meses después terminamos porque la llevé a una fiesta. Primero se mostró incomoda por que según ella no hay necesidad de que todo el tiempo se hable con un lenguaje tan ofensivo. Luego al cumpleañero le regalaron un vodka que procedimos a chingarnos en minutos, depués unos tipos empezaron a forjar y luego la rolaron. Ella empezó a pedirme que ya nos fueramos como a la 1. Yo ya andaba jalao y quería seguir la fiesta, pero tuve que ceder. Cuando nos subimos al coche me dijo que que clase de fiesta era esa y que nunca me había visto hacer esas cosas y blablabla. Yo le dije que ya le había platicado y que de que se extrañaba. Ella me dijo que no pensó que las cosas fueran así.
Como parentesis tengo que decir que la fiesta ni estaba tan destructiva y que solo habia sana camaradería pacheca y un par de borrachos necios.
Como sea, ella me dijo que no entendía, y que cuando la gente tiene que intoxicarse para divertirse y drogarse para relajarse es porque esta confundida. De ahi se generó una larga plática que culminó con que yo no iba a dejar de asistir a las fiestas porque era muy mi pedo lo que yo hiciera y ella concluyó que no quería ni podía cambiar la situación y que lo único que le quedaba por hacer era moverse a un ambiente que ella considerara más adecuado. Como hace un año salí con "k" a un bar y en la concurrencia me encontre a la Madre Teresa (Desde la fiesta me referí a ella de esa manera). Estaba bien peda en una mesa llena de de tarros vacios, chavas de buen ver y güeyes con varo. Me acerqué a saludara y ella me invitó otra chela. Me la tome con gran placer.
En fin todo esto se desencadenó porque la semana pasada estaba ya listo para jetear, pero nada más me acosté se me fue el sueño, entonces prendí la tele y estaba una película en el canal 22. No pude averiguar el título pero era de unos inmigrantes iraníes (padre e hija) que vivian en Inglaterra. Un güey se enamoró de ella y empezaron a salir. A este imbecil se le ocurrió llevarla a una fiesta y pues pasó algo muy similar. Para ese punto yo estaba con una sonrisa dibujada acordandome de todo esto. Cuando finalmente salieron de la fiesta se subieron al coche y (aqui me asusté) la chava le dijo al sujeto exactamete lo mismo que lo que me habían dicho a mi. Esperé un poco a que terminara la película y vi que era del 2005, así que es imposible que la Madre Teresa hubiera sacado sus jaladas de ahi. Luego me acordé de una plática que tuve con Erick sobre las coincidencias. Luego me dió hambre y me olvidé del asunto hasta hoy que me senté a escribir algo para el blog.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El mundo esta lleno de mojigaterias, que horror, a mi me escandaliza cuando alguien dice que la gente no tiene que drogarse para divertirse, es casi como decir que solo se coge para procrear... uy, se me puso la piel chinita

proctorul dijo...

no, también se coge para morir lento o para ganar dinero

en la vida hay coincidencias porque nadie es muy especial; por eso son padres las coincidencias, nos recuerdan lo común que es el drama repetitivo de los errores